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Parejas liberales y swingers

Hombres Maduros... Caballeros... Calientes.. Complacientes  

megansumisa 38M  
224 entradas
16/7/2019 5:36 am
Hombres Maduros... Caballeros... Calientes.. Complacientes

Fascina con Hombres Maduros……

Creo que fue mi prima, una vez, estando yo como de 17 años, quien mencionó lo de tener amores con hombres maduros.

Mi primera reacción ante lo que decía era de rechazo. Hombres maduros, como viejos verdes, quizá hasta un poco impotentes.

Pero con el tiempo y el trato con maduros me di cuenta que muchos de ellos saben muy bien tratar a una mujer como una dama, con cortesía, con educación.

Esto me excita mucho. Me gusta ser tratada como una dama, a la que se le seduce. Me tratan como una dama y me tendrán como una put… en la cama. Ese contraste es de vértigo, es fascinante.

Los hombres maduros son más calientes, más complacientes. Se toman el tiempo para que las cosas se disfruten y fluyan.

Este relato me lo indicó una amiga, me fascinaría que fuera mío. Pero a partir de otros relatos aquí se formarán una opinión de quien soy, de mis gustos, de lo que tengo que fingir siendo bien portadita, cuando por dentro estoy hirviendo, queriéndome sentir siempre bien hembra.

Mi amiga está casada por segunda vez y su actual esposo la sedujo estando casada. Se llama Karla.

Ella dice: “me embrujó con su calentura y sus perversiones. Yo no sabía que era una mujer infiel y extremadamente hasta que lo conocí. El es el responsable de lo caliente que ahora soy y de lo que disfruto.

Mi actual marido me hizo que necesitara cada vez más abrirle las piernas, que me montara. Toda mujer, lo saben los hombres, requiere de una montada de vez en cuando.

Aunque se vean recatadas podemos llegar a ser bien putas. Me hizo me hizo primero su amante y luego su mujer.

He gozado estos años como nunca.

Me enseñó a dejar salir la hembra caliente que estaba dormida en mi. Le doy gracias por tanto placer descubierto y por cada intensa corrida que me ha provocado.

Con el empecé a mojarme como no había imaginado y a gemir como una verdadera .

A los meses de vivir juntos empezó a pervertirme. Primero de manera oral y luego fue empujándome a practicar las fantasías que fue incubando en mi cuerpo.

Descubrí que las prendas eróticas me excitaban.
Ufff.. esos escotes que eran divinos, que realzaban mis grandes y duras tetas, me prohibió usar sostén y logró que disfrutara mostrando la marca de mis pezones en mis vestidos.

Mi nueva forma de vestir impactó en mi cuerpo, me movia más mostrando partes de mi cuerpo que antes eran casi secretas. Ahora los hombre me miraban con abierta calentura y eso cada día me gustaba más.

Mi marido me inducia a mostrar cada día más, cuando participábamos de algún evento social me pedía que me agachara sin motivo dejando casi completamente expuestas mis tetas o mi culito según la perspectiva de los asistentes.

Al final yo terminaba empapada y sedienta de su verga. Mientras me poseía me hacía hablar cochinadas, me pedía que nombrara a los hombres con los que recién habíamos departido.

Que dijera a gritos que quería ofrecerme y que necesitaba otros picos... yo me ponia a mil y entre mis gemidos aparecían los deseos de otros cuerpos y me obligaba a imaginar cada noche más y más perversiones.

Una noche mientras me empapaba rico, toda mi cuca gritando que quería verga, me dijo que quería que me ofreciera a otros machos, que me mearán otros.... sólo de escucharlo llegué a un gigantesco orgasmo.

Fue la primera vez que realmente me imaginé con otro hombre y sentí qué disfrutaría muchísimo la orina de otros. Fue una noche de máximo placer. Los hombres que mi marido hacia que me imaginara y que nombrara siempre eran viejos... poco a poco instaló ese deseo en mí.

Cada vez que me topaba con un hombre maduro que me desnudaba con su mirada yo me calentaba y lo imaginaba sobre mi o mejor aún atrás de mi dándome duro por el culo.

Un día me dijo que quería que me comiera a la pareja de mi mamá, un hombre mayor al que nunca habría mirado, pero desde ese día empecé a excitarme cada vez que lo veía, me ponía súper coqueta si estábamos solos, me agachaba por cualquier cosa y cuando me despedía de el me apretaba a su cuerpo.

Ya lo imaginaba a diario... mi mamá viajó al sur a ver a mi hermano y me pidió que fuera a su casa a ordenar y regar las plantas, mi marido no dejó pasar esa oportunidad y me pidió que me entregara al que casi era mi padrastro. Al que voy a llamar Jorge.

Mi marido escogió mi ropa, la más sugerente... un vestidito cortísimo y casi transparente, un escote que no dejaba nada a la imaginación, mis pezones se veían a lo lejos.

Me hizo llamar a Jorge para anunciarle mi visita y le hablé coquetamente. Mi marido me fue a dejar, yo iba muy caliente, con las tetas hinchadas, los pezones durísimos y la conchita hirviendo y toda chorreada.

Llegué a la casa de mi mamá, Jorge me abrió la puerta, me miro como se mira a una y se abalanzó sobre mi... en segundos estaba media desnuda, hincada con su pico entrando y saliendo de mi boca. Gemía como una loca en celo, me llevó al sofá, me abrió las piernas, corrió mi calzón para un lado y me chupó la cuca.

Nunca imaginé que podían chupármelo. Grité mi primer orgasmo.

Me calentaba al máximo entregarme a un viejo sin atractivo, era el morbo intenso en que movía mi cuerpo... me estregué con todo, ambos gozamos como nunca.

Cuando Jorge pensaba que ya habíamos terminado, le mamé su negra y gruesa verga con tanto deseo que volvió a erectarse... estábamos en la cama de mi mamá, me acosté boca a bajo y le pedí susurrando que me metiera el pico por el culo.

Nunca me había comido un pico tan grueso, me hizo gritar cada gemido, me penetró fuerte... fue delicioso. Nos despedimos besándonos como si fuéramos jóvenes, sentía su leche correr entre mis piernas y caminaba feliz moviendo el culo como una verdadera .

Hace tres años que soy amante de Jorge, a mi marido lo calienta que le cuente todos los detalles, a mi me vuelve loca contarle...

Cuando vamos a tener celebraciones familiares yo me junto antes con Jorge para que me llene con su semen; me encanta disfrutar la velada sintiendo que estoy con mis dos machos...

Desde ese día le he abierto mis piernas a muchos viejos, mientras más ordinarios son más me calientan...ufffff me calienta tener mis recuerdos con estos maduros.. calientes.. complacientes….. ricos”.


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