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Parejas liberales y swingers

Deberíamos ver a más gente  

SinnerRivas 45H
16 entradas
7/4/2021 4:55 am
Deberíamos ver a más gente


Saludos. Voy a retomar el blog gracias a las ideas que he ido viendo de otras blogueras. Espero animaros con historias divertidas con el sexo de por medio, aunque lo erótico y explícito no es mi fuerte. Si gusta, sigo con más historias.

DEBERÍAMOS VER A MÁS GENTE

Sentados a la mesa de su restaurante de siempre, Sandra y Marcelino parecían un matrimonio de lo más corriente. Desde lejos, nada hacía presagiar la tormenta que estaba a punto de desatarse. Fue ella la que hizo sonar el primer trueno.

Sandra: Cariño, creo que no estamos bien. Míranos, apenas hablamos. Estamos cada uno a nuestro plato y ni nos dirigimos la palabra. Seguro que ni sabes de qué estaba hablando hace un momento.

Marcelino: Pues del trabajo, ¿no? Decías no sé qué sobre Silvia...

Sandra: No sé qué... claro. Pues no. Te decía que estuve hablando con Silvia sobre nosotros, tú y yo.

Marcelino: ¿Sobre nosotros? ¿Pero qué tienes que decirle sobre lo nuestro? No lo entiendo, Sandra (siempre la llamaba por su nombre cuando se ponía serio).

Sandra: Pues estuve hablando de nosotros, de que apenas tenemos ya intimidad, que todo es rutina, no salimos, venimos a este restaurante y siempre pedimos lo mismo... necesito algo de aliciente.
Creo que deberíamos ver a más gente.

Marcelino: ¿A más gente? ¿Te refieres a quedar con amigos, con otras parejas? ¿O a qué te refieres?

Sandra: Creo que ya sabes a lo que me refiero.

Marcelino: Creo que te entiendo. Espera un momento (se levanta y se dirige a nosotros, al público, y ahora habla el licenciado en psicología por la Complutense y director de Recursos Humanos de la empresa para la que trabaja).

Analicemos eso, "ver a más gente": cuando tu mujer te suelta esa frase, ¿qué creéis que nos está diciendo? Pues está claro. En realidad nos está diciendo: "cariño, estoy más caliente que el pico de una plancha y tú ya no me pones ni de los nervios. Tengo ganas de salir y follarme a todos los veinteañeros que me salgan al paso, que aún estoy de muy buen ver a mis cuarenta y pocos. Pero, eso sí, nada de divorciarnos ¿eh? Tú en casita con tus cuernos a tenerme la cena preparada". Ea, pues si no lo sabíais, ya lo sabéis.

(Vuelve a la mesa y sigue hablando con Sandra) Ver a más gente. De acuerdo. Pongamos que acepto, pero ¿a cuánta gente? ¿Durante cuánto tiempo? ¿Solo salir o incluye sexo? Creo que por el bien de nuestra relación, si va a ser solo un paréntesis, deberíamos establecer ciertas normas. Más que nada para que haya una igualdad y evitar rencillas en el futuro. Ahí va mi propuesta: dos meses; dos personas máximo. Si uno no llega, mala suerte. En ningún caso pasarse.

Sandra: Uf... no era la respuesta que me esperaba por tu parte. Deja que me lo piense unos segundos (se gira hacia el auditorio).

Este se piensa que yo me chupo el dedo. A ver, que yo hablaba de quedar con algún tío y salir a tomar unas copas, cenar, un flirteo... tampoco estaba hablando de hacer una gang bang. Ahora bien, si este se cree que le estoy abriendo la puerta para que se busque dos amiguitas y ¡hala! a follar como conejos, va listo. A esto podemos jugar los dos, ¡qué se ha creído! Lo que no sabe es que antes de casarnos he follado todo lo que he querido y más. Tiro de agenda y le dejo la calva como un bosque.

(Vuelve a la mesa) Dos meses y TRES personas. Si no encuentras tantas, te aguantas y habértelo currado. Nada de sexo en casa, que mi casa es sagrada y no entra ninguna fulana. Ah, y ahora que lo menciono, nada de putas, que luego vienes a mí y me pegas vete a saber qué.

Marcelino: (Al público) ¿Será...? Tres nada menos. Esta ya tiene a alguien, seguro. Me los está poniendo y ha sacado el tema para pasármelos por la cara. Pero se va a enterar, ya estoy pensando en una persona que me va a sacar del apuro. Mi as en la manga.

(Se vuelve) Muy bien, dos meses y tres personas. Una cosa más: sin límite de edad más allá de lo legal.

Sandra: ¡Lo sabía! Tú te estás follando a esa Rebeca, la becaria de tu trabajo y ya no sabes qué inventarte. Se te acaban las excusas para meterte en su cama, cabrón.

Marcelino: ¿Yo? ¡Pero si eres tú la que ha sacado el tema! Claro, tanto ir al fisio a que te manosee ese tal Mario. Lo que quieres es que te lo haga sobre la camilla. ¡Y encima tienes la cara dura de decir que nada de sexo de pago!

Sandra: ¡A Mario le pago para masajearme, lo de follar me lo hace gratis!

Marcelino: ¡Pero serás zorra! Acabas de admitir que te follas a tu fisio y pretendías hacerme creer que todavía no habías hecho nada. Pues que sepas que Rebeca la chupa mejor que tú. Aunque, ¡jaja!, cualquier cosa es mejor que nada.

Sandra: ¡Aaagh! Pues que sepas que a partir de ahora se la pienso chupar a Mario y le voy a dejar que se corra dentro de mi boca, ¡gilipollas! Luego a ver si tienes lo que hay que tener para darme un beso.

Marcelino: Eso ya lo hago con Rebeca, ¡insulsa! Con ella metemos la lengua en sitios el uno en el otro que ni sabías que existen. Y, sí, te he besado después.

Sandra: Ay dios... ¡aaagh! ¿También en nuestro aniversario?

Marcelino: ¡También! Bueno... no. Lo siento (se calma). En nuestro aniversario me inventé una excusa y no hice nada con ella. Quería dedicar ese día para ti.

Sandra: Vaya... gracias (bebe un sorbo de vino). ¿Sabes qué? Estoy pensando, ¿y si lo dejamos en una persona cada uno sin tiempo definido? Pero no más. Y a partir de ahora seré una buena esposa (se pone mimosa) y te haré cosas con la boca que te gustarán.

Marcelino: Mmmm... qué bien suena eso. Pero, ¿me la chuparás por amor o por interés?

Sandra: Qué cosas tienes. Por amor, claro.

Marcelino: Pues... mejor ponle interés.

Ambos terminan la cena riendo y recuperando ese brillo en la mirada de dos amantes que se acaban de conocer de nuevo después de casi 20 años. El resto, nos lo podemos imaginar.

SinnerRivas 45H

13/4/2021 3:41 am

¡Gracias!


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